¿Te imaginas visitar una cueva con más de cien mil años de antigüedad? ¿Y trasladaros en el tiempo de los piratas y los contrabandistas?, que por cierto, la cueva de Can Marçà fue descubierta por estos últimos. Veréis las marcas que hacían en las paredes de la cueva para esconder las mercancías que robaban. Sin duda, un plan sorprendente para hacer con niños mientras os empapáis de cultura y de la belleza natural de Ibiza. Eso sí. No os olvidéis ni la cámara ¡ni cargarla la noche anterior! O tendréis que volver de nuevo para capturar tal belleza.
La Cueva se encuentra en el norte de la isla, en el Puerto de San Miguel, San Juan. A 14 metros sobre el nivel del mar. Una de las cosas que me fascinan es que se encuentra en el interior de un acantilado, rodeada de un entorno natural muy cuidado, con vistas a la Bahía.
La cueva, que desde los años 80 se ha convertido en un atractivo turístico, permanece abierta todo el año. Personalmente, una de las cosas que no me ha gustado mucho es que han recreado artificialmente el sonido que, antiguamente, emanaba de las casacadas. Lo que le quita cierto encanto.
Descubre las estalactitas y estalagmitas en la Cueva de Can Marçà
La excursión, que dura unos 40 minutos, consta de dos partes. La primera, verás el entorno natural exterior, los acantilados y las impresionante vistas. Y la segunda, el interior de la cueva con sus formaciones geológicas que se han ido creando como estalactitas y estalagmitas, sus cascadas y los lagos. Y, como te mencionaba más arriba, las huellas que los contrabandistas dejaban en las paredes para esconder su mercancía.
Puedes organizar visitas guiadas en grupos. Ponte en contacto con Sa Cova de Can Marçá. No hace falta que reserves con antelación ya que los pases se repiten, todos los días, cada 30 minutos. Para más información consulta aquí.
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