No voy a descubrir nada nuevo si digo que viajar fuera de temporada tiene sus ventajas. ¿Verdad?
Ya que no hace falta ser un intrépido viajero para saber que si evitamos ir de vacaciones en las fechas más concurridas tenemos mucho que ganar.
Así, podremos encontrar mejores alojamientos a precios más económicos, y lo mismo en cuanto al transporte, ya sea en la compra de billetes de avión o en el alquiler de un coche.
Pero más allá de la ayuda que supone al bolsillo evitar estas fechas específicas, para mí lo mejor de viajar en temporada baja es poder disfrutar con tranquilidad de los lugares más turísticos.
No es lo mismo ir a ver un atardecer y estar completamente solo, a que el lugar esté abarrotado, con miles de personas alrededor hablando, corriendo, cantando y haciéndose selfies sin parar… No es lo mismo.
Puede que sea egoísta y un poco místico, pero la sensación de llegar a una paradisiaca playa y dar un paseo sin encontrar ni un alma, una hamaca o sombrilla… para mí es uno de los mayores lujos que hoy en día podemos permitirnos.
Ojo, no es que sea un lobo solitario, que también me encanta un buen chiringuito playero con su música y su olor a frito, pero de vez en cuando tener unas vacaciones diferentes de verdad que merece la pena.
Y hasta aquí quería yo llegar. ¿Por qué seguimos yéndonos de vacaciones en plena temporada alta si conocemos todas las ventajas de irnos unos meses antes o después?
Sí, sé que los que tenemos niños no tenemos muchas opciones, ya que dependemos de las vacaciones escolares. Pero éstas no son sólo en julio y agosto, y en los meses de junio y septiembre se disfruta el doble de cualquier destino turístico en España y gran parte de Europa.
¿Y por qué limitarnos sólo a las vacaciones de verano? Coger unos días en Abril o Mayo para desconectar, y disfrutar por ejemplo de Ibiza o Formentera, es algo que debería estar obligado por ley para mejorar la salud. Como lo de no fumar en sitios cerrados, pero al revés.
Así que yo pienso rebelarme a hacer lo que hacen todos, a la inercia de irse de vacaciones ‘cuando toca’, a las colas infinitas para los museos y a bajar a las 9 de la mañana para colocar la sombrilla en la playa.
Me apunto a los hoteles con ofertas en temporada baja y los vuelos a mitad de precio, a las playas paradisiacas y los atardeceres para mí y mi familia, y a que en nuestro ‘selfies’ sólo salgamos nosotros.
Y mi misión con este post es cederte el relevo. ¿Has pensado ya cuando y donde serán tus próximas vacaciones?
Ya sean en España, el resto de Europa o fuera del continente, acuérdate de mirar bien los meses de temporada alta. Sólo depende de ti si puedes o quieres evitarlos, que para gustos los colores.