Cuando visitas Tenerife por primera vez, quieres verlo todo y hacer todas las excursiones y rutas posibles en tan sólo unos días de vacaciones.
Descubrir todas las playas, visitar el centro histórico, explorar el Parque Nacional del Teide, el parque rural del Teno y descender el barranco de Masca… y como no, hacer una excursión en barquito para ver delfines.
Pero no te engañes, ésta no es una excursión más, no es una actividad cualquiera para pasar la mañana. Aunque muchos no lo sepan, Tenerife es uno de los mejores lugares del mundo para el avistamiento de cetáceos, y no sólo delfines.
Tenerife está en una situación privilegiada entre las cálidas aguas tropicales al norte y al sur las aguas frías del océano, con una temperatura media de 20 grados. Gracias a eso, se pueden ver las diferentes especies que habitan en cada lado y aquellas que cruzan por la zona en sus migraciones.
Además, la tranquilidad y profundidad de sus aguas hace que convivan en esta área otras numerosas especies e inmensos bancos de peces en busca del festín de su vida. Podríamos decir que es una Gran Vía bajo el mar en la que peces, cetáceos y otros seres marinos conviven en armonía.
En Tenerife la mayor población es la formada por los simpáticos calderones tropicales (o ballena piloto), entre 500 y 600 ejemplares, y los delfines mulares, unos 250. Ambos tienen aquí su ‘residencia habitual’ y por tanto son las especies que pueden verse con mayor frecuencia.
Un dato importante es que la zona sur de la isla es una de las mayores áreas de reproducción del delfín mular en Europa.
Pero además de calderones y delfines mulares, también suelen verse cachalotes, rocuales tropicales y diferentes especies de delfines.
De forma menos habitual y por ello más mágica y sorprendente, a veces nos honran con su presencia las preciosas orcas, algunas ballenas jorobadas durante el verano, e incluso las enormes ballenas azules en los meses de invierno.
Sin duda es un espectáculo único, en el que si eres un poco sensible, puedes sentir la inmensidad del mar y la majestuosidad de la naturaleza. No podrás evitar emocionarte con la belleza de estos seres nadando en libertad, tan parecidos a nosotros como mamíferos, pero a la vez tan diferentes.
Y si a los mayores nos emociona, hacer esta actividad con niños es una pasada. Ver sus caras de impresión y de incredulidad, es la parte más asombrosa de esta inolvidable experiencia en familia.
Ahora podrás entender, por qué te decía al principio que ésta no es una excursión más.
Así que si estás pensando en Tenerife como próximo destino de vacaciones, no dudes en sumergirte en el mundo marino y dejarte hipnotizar por estos bellos y únicos seres.
Si todavía no sabes donde alojarte, te recomiendo el hotel El Marqués Palace en la zona del Puerto de Santiago, nosotros alquilamos un apartamento y nos hicieron sentir como en casa.