Estaba pensando en una canción para introducir el post, relacionada con esta época del año, el verano, las vacaciones, el calor, los viajes, la diversión, el descanso… pero no debo estar muy inspirado porque no se me ocurre. Si te viene alguna a la mente sería estupendo que me la escribas en comentarios del post y así empezamos a escribir y leer con ritmo los próximos post del blog.
Queda mucho verano por delante todavía, por lo que sigo compartiendo mis trucos para viajar en familia que espero que os sean de utilidad.
En la primera parte hablé de la importancia de la elección del equipaje y de cómo llegar al destino de vacaciones. En esta ocasión me gustaría hacer un homenaje a los viajes educativos, una oportunidad de aprendizaje para nuestros hijos dentro de un contexto de vacaciones.
Yo aprovecho para enseñarles (o incluso recordar yo mismo) la geografía con el mapa en la mano o los paseos para hablar de biología y geología, practicar matemáticas mediante el cambio de moneda o los kilómetros que separan el destino de nuestra casa, además una vez en el lugar conocer a las personas autóctonas nos da la oportunidad de practicar idiomas y enriquecernos con su historia y cultura.
Viajar con niños se puede, solo tenemos que tener ganas de pasarlo bien y descubrir nuevos rincones del mundo.