Ibiza, la llamada isla del sol, o isla que nunca duerme… Mmmh, quizás nunca duerma, pero sí descansa…
A finales de octubre, cierran las discotecas y muchas tiendas. Se vacían las playas y se observan puestas del sol preciosas en el oeste de la isla. Y me pongo a pensar… ¿No será la oportunidad perfecta de ir a gozar de la tranquilidad y de los últimos días calurosos, antes de pensar en nuestras vacaciones de invierno? Se me ocurren tres razones principales:
#1. Unas puestas de sol asombrosas
Con sus más de 30 km de playa en la parte oeste de la isla, Ibiza ofrece unas puestas de sol inolvidables. Que prefiramos las rocas o la arena blanca, cada atardecer en Ibiza es diferente y siempre sorprendente. Con la llegada del otoño, aparecen colores rojizos y la luz es más intensa. Es el momento perfecto para huir del frío del norte, tomarse unas vacaciones en Ibiza y disfrutar de la luz maravillosa de octubre!
#2. Un calor templado y soportable
Ya podemos olvidar el calor sofocante de julio y agosto. Octubre anuncia calores más soportables y un viento que atenúan los rayos de sol que todavía pegan fuertes. Días de playas, sí ! Pero también días para aprovechar un clima cálido, y visitar los muchos lugares desconocidos de la isla. Alquilar una bici, una moto, o disfrutar de un paseo por las áreas campestres del centro de la isla… unas actividades que podremos disfrutar mucho más con un tiempo más respirable.
En Ibiza, vacaciones en octubre también significa tranquilidad. Basta de ruido, basta de playas repletas, basta de calles donde no se puede andar. Ahora, se encuentran aparcamientos y lugares en la playa para que los niños puedan hacer castillos en la arena.
Sólo nos falta disfrutar de una terraza tranquila en San José o de un paseo por la ciudad antigua de Ibiza y su dédalo de callejuelas pintadas de blanco!