Sin duda, una de las mejores excursiones de nuestras vacaciones en familia en Ibiza es ir a pasar el día a Formentera.
Ya no sólo por conocer los rincones y playas de una de las islas más bellas del Mediterráneo, sino por toda la preparación del día anterior. ¡Ir de excursión en familia es toda una aventura!
Hay que preparar mochilas, nevera, ropa de baño, ropa para cambiarse, gorras, agua, bocadillos, fruta, protector solar, gafas, toallas… y todo esto envuelto con la ilusión de que… ¡¡nos vamos a Formentera!!
Para llegar, por supuesto, en barco. Puedes cogerlo en el puerto de Ibiza a casi cualquier hora, o en cualquier otro punto de la isla en el que haya un embarcadero. Hay varias empresas de barcos que te llevan desde toda la zona de San Antonio y San José, y la zona este desde Santa Eulalia y sus playas.
Cuando llegas necesitas otro transporte: bici, moto, coche… según el plan que tengas será más conveniente utilizar uno u otro.
La bici es perfecta para pasar el día en la playa de Illetas que está cerca del puerto y está reconocida como una de las 10 mejores playas del mundo. Importantísimo, llevar una sombrilla y mucha agua, ya que no hay sombra en la que refugiarse.
La moto, es la mejor forma de conocer la isla a fondo, ya que puedes moverte más libremente y meterte por caminos para descubrir calas secretas.
En un día no te da tiempo a verlo todo, así que tendrás que elegir qué hacer y ver de todas las posibilidades.
Además Formentera no es una isla para llegar a un sitio, hacerte un selfie y cambiar de lugar, sino que para vivirla de verdad tienes que quedarte y disfrutar cada rincón con tiempo.
Estos son rincones que no puedes perderte de Formentera, y tendrás que descubrir en diferentes visitas a la isla.
Faro de la Mola: nosotros lo llamamos el fin del mundo por la sensación que tienes al sentarte en el abrupto acantilado y observar la inmensidad del mar.
Faro Cap de Babaria: lo mejor del faro es el estrecho camino hasta llegar él. Y si vas en moto puedes imaginarte siendo el protagonista de una película de Julio Médem. Justo a la derecha encontrarás un agujero en la tierra por el que entras a una cueva que se abre en el acantilado.
En cuanto a las playas, son todas una pasada. El color del agua es indescriptible y ni siquiera las mejores cámaras pueden captar la sensación de belleza e incredulidad que sientes cuando estás ante ellas. Es el paraíso.
Illetas es la más conocida por su curiosa forma alargada con orillas a los dos lados, al oeste y al este.
La playa del pueblecito de Es Pujols es de nuestras preferidas, ya que no está muy masificada en verano y como está en el pueblo puedes pasar el día por allí y comer en uno de sus bares y restaurantes.
Y un rincón maravilloso es Caló des Mort, donde sentirás la verdadera esencia de Formentera.
Lo único malo de todo, es cuando tienes que volver y despedirte de esa maravillosa isla. Aunque siempre queda un próximo viaje en el que seguir descubriéndola.